jueves, 22 de febrero de 2007

“Te imaginas un pueblo sin historias…”

Todos los pueblos del mundo han tenido y tienen tradición oral. En la nuestra pervive sobre todo en las zonas rurales. En Galicia todavía se cuentan a los niños los encuentros con el lobo o las fechorías de las meigas. La palabra vertebra a los pueblos, pero muchos la perdieron o resultó dañada al entrar en contacto con las culturas alfabetizadas, generalmente más poderosas. Algunos intentamos hoy recuperar y reivindicar la tradición oral. A nivel internacional también se reconoce la necesidad de preservar la tradición oral. Así la UNESCO ha declarado Patrimonio Oral de la Humanidad la plaza Xemàa el Fnàa de Marrakech (Marruecos) con el fin de preservar la única ciudad que mantiene el “extinto patrimonio oral de la humanidad”. En esta plaza de las palabras, cada tarde los cuentistas relatan amores, pasiones e historias que mantienen viva la literatura magrebí.
La trasmisión de los conocimientos mediante el habla hace que los viejos sean muy respetados en las comunidades tradicionales, pues poseen la clave de la identidad del grupo y el deber de los jóvenes es recogerla. Esas culturas se desmoronan cuando los jóvenes encuentran ocupaciones que rompen su relación con los mayores. En cambio en las culturas alfabetizadas no es necesaria la relación entre generaciones porque la continuidad esta asegurada gracias a los libros.
Frente a los trazos negros sobre fondo blanco, en la oralidad brilla la riqueza sensorial de la comunicación humana a través de la voz, los gestos y de la expresión del rostro. Un tanto a favor de la comunicación oral es que va mucho más allá de lo que dice. Exige compartir un espacio y por tanto se da una situación vital similar y compartida que armonizara a los dialogantes. Venimos relatándonos historias los unos a los otros desde hace mucho tiempo, quizás tanto tiempo como el que hace que utilizamos el lenguaje, y sospecho que utilizamos el lenguaje desde que somos humanos. En todas sus formas el lenguaje es el don que nos distingue, el sello de nuestra especie. Quizá a estas alturas empecemos a ser conscientes de que cuando nos comunicamos de viva voz esta ocurriendo algo más importante que ninguna otra cosa, pues el habla nos hace humanos.
En la asociación Zaragata hemos apostado con fuerza por recuperar la tradición oral a través de los cuentos, y por acercar a los niños a la riqueza de la literatura y a los libros. Por eso la Dama Tarambana nos visita todos los meses trayendo con ella amigos cuentistas y su maleta llena de relatos de aventuras, fantasía, emoción, … En los últimos meses nos ha ofrecido tardes temáticas con cuentos de: princesas, magos y dragones, autores de hoy, navidad, Andersen, viajes por el mundo, día del libro, terror… También ha visitado a l@s niñ@s en los centros escolares, en el colegio de Ntra. Sra. de Guadalupe y en la Guardería Arco Iris; y participa con un taller de formación de cuentistas en la “Semana Joven 2006”.
Como asociación nos parece importante participar en la vida cultural de Miajadas y por eso somos miembros del Consejo de Cultura Municipal y hemos participado activamente en la Semana de Teatro Infantil, en la Semana Cultural y en la Campaña de Navidad con actividades relacionadas con la animación a la lectura y los relatos.
Nuestro próximo proyecto es la creación de “La Biblioteca de Nunca Jamás”, especializada en cuentos, literatura infantil y animación a la lectura. Para ello contaremos con la colaboración de la Residencia de Mayores San Martín de Porres, en donde estará esta biblioteca.
“Cuando contamos cuentos a l@s niñ@s, no perdemos el tiempo, les hacemos felices y además les damos alas para volar”
Publicado en la revista de feria de Miajadas 2006)

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